No estaría mal que le echáseis un vistazo a la página número 703 del libro PIHKAL.
En ella, Shulgin describe la síntesis de mescalina (que en este caso no os interesa), pero también explica la extracción final y su conversión en sal de hidrocloruro o sulfato (según los reactivos que utilicemos).
Puedes sustituir el disolvente CH2CL2 (diclorometano) por éter de petróleo, también llamado ligroína o nafta (pero que sea pura, sin aditivos).
En primer lugar pulverizas los discos de cactus seco y le añades una cantidad suficiente de agua destilada para que quede bien cubierto y empapado.
Es mejor que sobre agua a que falte, ya que también vamos a diluir en ella, el hidróxido sódico que vamos a emplear para basificar la disolución.
Ahora debes aumentar el pH poco a poco, añadiendo suficiente NaOH y removiendo hasta su completa disolución. Hay que conseguir que la mezcla tenga un pH ligeramente superior a 9.
Cuidado con la sosa porque es cáustica (quema la piel) y su disolución en agua es exotérmica (genera calor).
Agitas vigorosamente la disolución durante unos minutos y la dejas reposar 1 hora (deberemos tapar el recipiente para evitar contaminaciones).
Ahora procedemos a hacer la extracción con el disolvente y un embudo de decantación. Realizaremos 3 extracciones con ligroína. Utilizando aproximadamente el mismo volumen de disolvente que de disolución.
Lo repetimos 2 veces más, para aumentar la efectividad de la extracción.
Juntamos las tres fases orgánicas (las capas de éter) que quedan en la parte superior del embudo.
Ahora se procede a la conversión de la mescalina en forma de base libre a mescalina en forma de sal de hidrocloruro o de sulfato.
Debemos tener en cuenta que la presencia de agua en el disolvente con el alcaloide extraido, redisolverá los cristales que se vayan a formar.
Es decir, para obtener un resultado óptimo, tendríamos que borbotear (burbujear) ácido clorhídrico en forma de gas anhidro (sin agua).
Como es difícil de hacer y peligroso, sin tener un laboratorio. Recomendaría hacerlo con ácido clorhídrico diluido y aunque los cristales que se formen se disuelvan en el agua, no importa.
Podemos separar las dos fases (la orgánica del éter en la parte de arriba y la fase acuosa ácida en la de abajo) en el embudo de decantación y separarlas.
Al final, tendremos la fase acuosa ácida con el alcaloide en forma de hidrocloruro que es lo que nos interesa.
Por último, debemos ser pacientes y esperar a que se evapore totalmente el agua.
Obtendremos cristales de la sal de hidrocloruro de mescalina y algunos otros alcaloides más contenidos en el cactus.
Para facilitar la evaporación podemos usar un plato llano, para aumentar la superficie de contacto con el aire.
Después de obtener la sal, se podría purificar pulverizando los cristales y utilizando una pequeña cantidad de éter dietílico. Se agita brevemente y se filtra o se decanta el precipitado (la sal del alcaloide) y se desecha el líquido con las impurezas.
Tengo que advertir que el éter dietílico es extremadamente inflamable y peligroso, así que cuidadito con el tema (es necesario usar el equipo de protección: guantes, máscara de gases con filtro, gafas y la bata) sobre todo procurar tener una buena ventilación y extracción de gases (utilizando una campana extractora de gases).
Por cierto, en la página 705 y 706 del libro PIHKAL, Shulgin explica también como sintetizar la serie de compuestos químicos análogos de la mescalina. Así como sus efectos.
Espero que os haya sido útil, un saludo !!!
- Fuente: ideas y conceptos obtenidos del libro PIHKAL (páginas 703 - 706) Alexander Shulgin.